Probablemente al pensar en Ciudades Financieras se nos viene a la mente que es una nueva tendencia, cuando en realidad el concepto es menos nuevo de lo que parece y esto se lo debemos al empresario multimillonario Bill Gates, cofundador de uno de los gigantes de la informática y la tecnología, Microsoft.
El magnate también tiene el reconocimiento de ser la primera persona en implantar el concepto de Ciudad Financiera, tan en boga en la actualidad.
Una Ciudad Financiera se caracteriza por ser un espacio en donde se concentran las oficinas de determinada compañía de manera que se ahorren costes y se optimice la eficiencia en las labores.
Por esta razón, es que en 1986, Gates reubico a sus empleados de la sede principal de Microsoft en Seattle a lo que hoy se conoce como Ciudad Financiera en Redmond. Actualmente son muchas las empresas que optaron por este modelo de oficinas, sobre todo aquellas de origen tecnológico, entre esas Google, Facebook y Twitter, entre otras.
Quienes no escatimaron en diseño y creatividad en cuanto a sus oficinas, haciendo que otro tipo de empresas adoptaran este modelo como propio, un ejemplo de esto es la ciudad financiera del BBVA en Madrid, mejor conocido como “La Vela”. Las ciudades financieras buscan concentrar a cada uno de los empleados y directivos de una empresa en grandes terrenos divididos por departamentos, lo que se traduce en una reducción de costes y además, es eco amigable, no solo porque se ahorra mucha más energía sino que además el consumo de agua también es reducido, se puede decir que es una de esas situaciones ganar-ganar.
Otro aspecto importante de las ciudades financieras es que no es la típica oficina de antes, sino que también los empleados pueden descansar, jugar, leer, tomar snacks, hacer actividades al aire libre, practicar deportes y muchas otras actividades, además de tener farmacias, restaurantes, cafeterías y librerías, lo que aumenta la motivación del empleado, haciéndolo mucho más eficiente en su labor diaria.