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Errores financieros que evitar a los 30 años

By 17 julio, 2017marzo 15th, 2019Noticias

Cuando llegamos a la treintena algo sucede. Con nuestro cerebro y nuestra cartera. Y todo salta por los aires con consecuencias que crearán secuelas más adelante en nuestra vida. Es como la adolescencia, pero con dinero.

Por desgracia se trata de una serie de errores y descalabros que suceden casi siempre al inicio de esta tercera década de vida, que es cuando empezamos a asentarnos y a tener unos ingresos medianamente fijos y con posibles. Y claro, dinero en la mano, quema. Veamos algunos de estos puntos, que han recalcado varios expertos:

  1. El coche
    Típicamente masculino. Últimos modelos, más deportivos, el que siempre quisimos en nuestra adolescencia o en los años mozos de la universidad, cuando íbamos en bus o en la tartana heredada que tenía el aire acondicionado apestando a viejo. Pero llegamos a la treintena y queremos resarcirnos, conducir ese deportivo, e incluso, superar el vehículo de nuestro vecino con un último modelo, más moderno, más híbrido, más rojo… Actuemos, démonos un capricho… pero con cabeza, y nuestro bolsillo nos lo agradecerá. Más que nuestro ego, incluso.
  2. La boda de las mil y una noches
    Que sí, que una boda es un acontecimiento magnífico y que debe ser memorable… Pero de ahí a endeudarse hasta las trancas por “no reparar en gastos” hay un salto. Y es que se puede hacer una boda realmente entrañable sin necesidad de recubrirlo todo de pan de oro: no te juegues tu futuro financiero por un evento cuyo centro tiene que ser lo que se siente, no lo económico.
  3. La casa es una ruina
    Porque hablando de bodas, no hay peor boda que la que acometes con el banco por una hipoteca poco meditada, sin los conocimientos adecuados, en un momento prematuro que hará que te ates a ese banco durante 25 o 30 años, o más, incluso, pagando más en intereses que por el valor total de la casa. Es para pensárselo, para sentarse y meditar seriamente.
  4. Ahorrar es cosa de viejos
    Pues no. Tener unas cuentas saneadas está bien, pero vivir al día es casi suicida, y más al entrar en esta edad en la que dispondremos de más líquido y capacidad para ahorrar (se recomienda que entre un 8% y un 10% del sueldo sea dedicado al ahorro con perspectivas de futuro).
    Pensar, repensar, si puedes, decía el viejo dicho latino. Y es que dejarse llevar por el momento puede hacer que entre cinco y diez años vista deseemos haber actuado de otra manera más consecuente con nuestro dinero.

En Urbemar tenemos claro que la gestión de activos se centra principalmente en la maximización del valor, reducción de costes y aumento del rendimiento de la propiedad. Esta filosofía, conforma el eje central de nuestras estrategias hacia los activos que nos confían.